Me considero una persona tremendamente afortunada, me encanta sentirme realizada con las cosas que emprendo, y esta aventura del blog/marca me esta trayendo muchísima satisfacción. Disfruto canalizando la creatividad desde un punto de vista laboral, aunque he logrado darle una vuelta al asunto, y soy capaz de hacer de lo ocioso momentos únicos que aportan sentido a la parte profesional, está empezando a ser una adicción.
Esto precisamente es lo que me pasó con el post que os muestro, aproveché un evento familiar, la presentación de un nuevo miembro de la familia, el bebé Miguel, para que la protagosnísta indiscutible del acto, Adriana, mostrase una diadema de Copete, que junto con un vestido en color blanco con un pequeño detalle en el cuello de organza y unas esparteñas de color blanco también, en tejido plumeti, resultaron una autentica maravilla, ¡toda una muñequita!
La sesión fotográfica resultó ser un juego para ella, no paraba de correr enérgicamente y reír a carcajadas. La persecución de pajaritos, hormigas, mariposas y demás insectos resultó ser su distracción. Agradecer a sus papás que me permitiesen fotografiarla y me ayudasen en la sesión, ¡¡un besazo chicos!! Os dejo con las fotos .
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